la influencia japonesa en el post-impresionismo

Con el S.XIX llega el fin del colonialismo europeo, la revolución Industrial y la modernización de las ciudades. Con la revolución industrial del siglo XIX llega el crecimiento y la modernización de las ciudades, permitiendo que el elitista mundo del arte se haga accesible a la clase burguesa y apareciendo artistas que se atreven a romper con los cánones artísticos establecidos. Los impresionistas protagonizan este cambio de reglas, instalándose algunos de ellos en el postimpresionismo, término que se sigue usando en relación con la pintura de los años 80 y 90 del S.XIX.

En 1910, el artista y crítico Roger Frey organiza una exposición en las galerías Grafton de Londres titulada «Manet and the post-impressionists». En ella se exponen obras de Cézanne, Gauguin, Van Gogh, Manet, Matisse, Seurat y Toulouse Lautrec- entre otros.
Es en esta exposición cuando aparece por primera vez el termino «post-impresionista».
Curiosamente, parece que la exposición fue un fracaso de público y crítica, llegando a calificarse a los autores de «perversos» o «psicópatas». La sociedad inglesa, de costumbres victorianas, se escandalizo de la nueva forma de expresión. Se generan críticas y corrientes tanto a favor como en contra y la exposición supone un antes y un después en el mundo del arte, dando comienzo al modernismo.

 Fry piensa que “El arte es una expresión y un estímulo a la vida imaginaria más que una copia de la vida real” y repite experiencia con una nueva exposición en 1912 pero incluyendo a Picasso y Matisse.

Mientras que los impresionistas experimentan con luz y manchas de color los post- impresionistas se distancian de ellos utilizando un lenguaje mas personal, profundizando en las emociones humanas . Según Paul Cezánne :“una obra de arte que no comienza con las emociones, no es una obra de arte”.

En cuanto a la técnica, se les puede identificar por recuperar la línea y el dibujo con formas geométricas simples y por la utilización de colores vivos y pinceladas cortas. Se abandona la regla tradicional de la perspectiva y se experimenta a través de nuevos estilos y técnicas como el puntillismo de Seurat, que consiste en la aplicación de pequeños puntos de color sobre el lienzo que visto a lo lejos forman una imagen.

(Domingo en la Grand Jatte de Paul Seurat)

La cultura japonesa, se da a conocer a conocer a través de las Exposiciones Universales en la segunda mitad del siglo XIX cuando Japón firma acuerdos comerciales con Estados Unidos y Europa, convirtiéndose Paris en el centro del «japonismo«. Entre sus variadas técnicas destacan dos: el sumi-e (pinturas tradicionales de tinta) y el ukiyo-e ,que se traduce como «pinturas del mundo flotante y que son imágenes grabadas en planchas de madera (xilografia) con raíces en el S. XVI, utilizadas para ilustrar historias. Los artistas de Ukiyo-e, eran expertos en dibujo, formando ideogramas a través de la escritura caligráfica, con un pincel de punta afilada y tinta negra. La fascinación por lo japonés tuvo gran impacto en la cultura y el arte en forma de estampas, grabados y todo tipo de objetos muy apreciados por los coleccionistas y de gran influencia en el arte del S.XX.

-Estampa Ukiyo-e de Kitagawa Utamaro (1750 – 1806)

Entre los artistas japoneses mas famosos del ukiyo-e se encuentran Hokusai ,Hiroshige y Utamaro . Fueron especialmente célebres «las treinta y seis vistas del monte Fuji» realizadas en distintos momentos del día y del año por el maestro Hokusai, si bien es cierto que «La Gran ola de Kanagawa» (1830-1833) es la obra más famosa y representativa del arte japonés, muy admirada por los impresionistas. Es un grabado de (25x37cm) enmarcado por una gran ola en forma de espiral, mostrando en el centro el monte Fuji (sagrado para los japoneses) y que no se trata de una pieza única, pues de cada plancha se hacían múltiples xilografías que podían ser vendidas a bajo precio. En la actualidad, existen cientos de copias de «la Gran ola» repartidas por museos de todo el mundo.

En sus composiciones, los japoneses utilizan el método chino de armonía y el equilibrio, opuesto en cuanto a la perspectiva del sistema occidental. No está limitada por un punto de fuga fijo sino que está en movimiento, sin sujetarse a una perspectiva real, lo que les da mas libertad a la hora de elegir el formato en el que realizar la obra, pudiendo pintar incluso en piezas alargadas de papel o seda. Las líneas de la composición crean planos diagonales que mas tarde serían empleados por los impresionistas franceses.

Los artistas occidentales, que buscaban nuevos caminos, descubrieron las tradiciones artísticas orientales que despojan la pintura de todo lo innecesario consiguiendo expresar más con menos elementos y les dio el impulso definitivo hacia un Arte más expresivo. (xilografia ukiyo-e de Hirosige de 1857)

En cuanto a la influencia del «japonismo» en nuestros impresionistas…

Para Van Gogh, «La gran ola» fue fuente de inspiración en su  Noche estrellada, (1886) y se inspira en el ukiyo-e para «Almendro en Flor» de 1890–año de su fallecimiento-. Su pasión por lo japonés le llevó a comprar 660 grabados sobre madera.

«Después de un tiempo tu visión cambia, y comienzas a ver con un ojo más japonés, sientes los colores de forma distinta…. ¿No es casi una nueva religión la que nos enseñan estos japoneses, que son tan simples y viven en la naturaleza como si ellos mismos fueran flores?» (fragmento de carta de Vincent a su hermano Theo)

Henry Matisse, la inspiración se traduce en la fuerza del color, contraviniendo todas las reglas de la perspectiva por lo que la critica de la época calificaban sus cuadros de «obras infantiles sin sentido«. en Matisse tuvieron menos influencia que en otros artistas las postales japonesas, pero las cualidades «flotantes» de los tejidos chinos y japoneses lo impresionaron. Esto se tradujo no solo en su pintura, sino también en las artes aplicadas como en el vestuario diseñado para » El canto del ruiseñor» de Stravinsky y Diaghilev, estrenado a la Opera Garnier de París en 1920. obra en la que Matisse –experimento creando trajes, «una pintura con los colores que se mueven”.

Lhabitación roja (1908; óleo sobre lienzo, 180,5 x 221 cm; San Petersburgo, Ermitage

En la obra de Toulousse Lautrec, se aprecia una clara influencia nipona, que plasma en sus carteles a través de líneas gruesas y colores planos. Había descubierto en las estampas de los maestros japoneses, increíbles efectos cromáticos. A pesar de haber viajado mucho (recorriendo Holanda, Bélgica, Portugal…) -como la mayoría de impresionistas y postimpresionistas-, tampoco conoció Japón. Toulousse, impulsó la litografía e inventó el cartelísmo, especialidad que aglutina el principio del modernismo de unir arte y vida cotidiana . Que lo artístico no excluye lo práctico, queda demostrado en toda su producción de litografías pero, en concreto en «el diván japonés» -Un lugar de estilo nipón con música de París y ambiente de baile y espectáculo pero culto e intelectual.

Paul Gauguin(1848-1903), fue un viajero incansable que llego a Thaiti en 1891. Sentía un gran interés por el arte oriental y esperaba encontrar una forma de vida mas espiritual y libre que lo alejara del materialismo cultural de su tiempo. incorporó a su pintura las cañas del bambú o las hojas de la palmera, inspirándose en el arte primitivo y las estampas japonesas, declarándose seguidor de dicho arte .El uso que Gauguin hizo del color y el simbolismo lo diferenciaron de sus contemporáneos, buscando la armonía entre hombre y naturaleza y dando mas intensidad a los colores a través de pinceladas planas y simplificadas. Según Gauguin: «Uno siempre debe sentir el plano, la pared: los tapices no necesitan perspectivas

«el arte no debe ser una pura búsqueda intelectual sino que debe cumplir un papel de comunicación, de transmisión de mensajes».

(cuadro «la visión du sermón 1888)

A pesar de no pertenecer al «club» de los post impresionistas (es el padre del impresionismo), Claude Monet acusa una gran influencia de Japón en su obra. Lo mismo que Hokusai, capta con sutiles pinceladas los cambios de luz en cada momento del día, logrando la atmosfera de un mundo «cambiante y flotante» y pinta series sobre la catedral de Rouen,  la estación de Saint-Lazare, o sobre el mar («Para pintar el mar hay que verlo cada hora de cada día desde el mismo lugar«, escribió). La serie sobre nenúfares ocupó a Claude Monet durante tres décadas hasta su muerte en 1926, a los 86 años y consiste en unas 250 imágenes tanto del jardín como del estanque de la casa del pintor en Giverny.

La técnica de Monet de pinceladas rápidas y cortas, hacen que el cuadro tome vida, y parezca esta flotando en el agua. El puente Puede significar la relación entre hombre y naturaleza , o la transición entre esta y otras vidas. El puente también puede ser símbolo de conexión, al estar rodeado de vegetación y por como sus reflejos se mezclan con el agua.

“Mi jardín es mi más bella obra de arte”  Claude Monet

El japonismo influyó en los movimientos artísticos de todas las vanguardias en especial en el Art Decó de finales del siglo XIX y principios del XX. Sus claves son: la ausencia de perspectiva, la luz carente de sombra, las áreas planas de colores vibrantes, la naturalidad en las escenas de la vida social y sobre todo ausencia del detalle, dando prioridad a la composición . La llegada del “Japonismo”no solo influyó en la pintura, sino que inspiró a artistas de otras disciplinas, especialmente en las artes decorativas: el vidrio, tejidos, joyería y cerámica, poniendo en un primer plano el modo de hacer y sentir de cada artista, facilitando que a través de estilo y técnicas propias, pudieran reflejar sus propias emociones.

imágenes de izda. a derecha y por este orden : (anuncio expo.caixaforum.- pintura japonesa., Katsushika-Hokusai, Naniwaya Okita , Claude Monet, Paul Gauguin, Paul Ranson, Van Gogh