Frida Khalo, entre el mito y la leyenda

«Pies, ¿para qué los quiero si tengo alas para volar?»

F.Khalo

Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón, nació el 06 de julio de 1907 en Ciudad de México en la famosa Casa Azul de sus padres, que fue siempre su residencia, a pesar de que a lo largo de su vida tuviera otras estancias alternativas como el estudio de Diego Rivera en San Ángel y otros emplazamientos dentro y fuera del país. Su padre fue el notable fotógrafo de ascendencia húngaro-alemana, Guillermo Kahlo; y su madre Matilde Calderón, natural de Oaxaca. El signo trágico de su existencia comenzó cuando a los seis años contrajo una poliomielitis que le dejó importantes secuelas. En 1925 con 18 años, sufrió un grave accidente de tráfico que le fracturó la columna vertebral y la pelvis a causa del cual no pudo tener hijos pasó por numerosas operaciones. Sus problemas de salud dejaron huella en su fuerte y apasionado carácter, abandonó sus estudios de medicina y durante la convalecencia , sin poder incorporarse, comenzó a pintar tomándose ella misma como modelo principal. Le colocaron un espejo bajo el baldaquino de su cama y un carpintero le fabricó una especie de caballete que le permitía pintar estando acostada. Fue el inicio de una larga serie de autorretratos de carácter autobiográfico. En una ocasión afirmó: «Me retrato a mí misma porque paso mucho tiempo sola y porque soy el motivo que mejor conozco.»

Su vida estuvo marcada por las terribles secuelas del accidente , pero también por su amor por la vida, por el arte, las tradiciones de su país, la política y por la tormentosa relación que mantuvo con su marido, el pintor Diego Rivera al que conoció tras empezar a frecuentar las reuniones del Partido Comunista de México. Esta tormentosa e intensa relación pasó por un sinfín de crisis de pareja provocadas por infidelidades y divorcios, aunque también con un gran protagonismo del arte y el amor. Según  una de sus biógrafas, su atractivo radica en que «transgredió los límites de lo prohibido. Pero mas allá de su azarosa existencia y del morbo que despierta su carácter desinhibido y su sexualidad, «, me quiero referir en este blog a su obra pictórica, cada día mas reconocida y admirada. Así, la pintura se convierte en su auto-terapia y refleja su estado de ánimo.

“Nací con una revolución. Que lo sepan. Fue en ese fuego donde nací, llevada por el impulso de la revuelta hasta el momento de ver la luz. La luz quemaba. Me abrazó por el resto de mi vida. Adulta, ya era toda llama. Soy de veras hija de una revolución, de eso no hay duda, y de un viejo dios del fuego al que adoraban mis antepasados”

«Autorretrato con traje de terciopelo»

Frida pintó 143 cuadros y 55 son autorretratos, el primero un óleo en 1926 que fue su primera obra como profesional “Autorretrato con traje de terciopelo” que pintó con 19 años. Este sería el cuadro que daría inicio a su indagación personal. Frida Kahlo creó una pintura absolutamente personal, ingenua y profundamente metafórica. Su estilo podría definirse como  expresionista, surrealistas y sobre todo de carácter autobiográfico. Con una particular imagen hecha a sí misma, se convirtió en un símbolo nacional asociado al feminismo, la autosuperación y el genio artístico. Se movió en el ambiente de los grandes muralistas mexicanos de su tiempo y compartió sus ideales, Frida no se rendía tributo a sí misma. Más bien se percibía fea y demasiado delgada, y no embelleció ninguno de sus rasgos, sino que realzó aquellos elementos considerados “antiestéticos». En esta “sinceridad” encontraría su signo distintivo y despertaría el interés de la comunidad internacional. Cuando André Breton conoció la obra de Frida Kahlo, afirmó que la mexicana era una surrealista espontánea y la invitó a exponer en Nueva York y París, ciudad esta última en la que no tuvo una gran acogida. Frida nunca se sintió cerca del surrealismo, y al final de sus días rechazó abiertamente ser encuadrada en esa tendencia. «Se me tomaba por una surrealista. Ello no es correcto, yo nunca he pintado sueños, lo que yo he representado era mi realidad.» Pero Frida no sólo rechazó el carácter surrealista de su pintura, sino que profesó una profunda aversión hacia los representantes del movimiento.

«El Collar de Espinas»

Óleo sobre lienzo. 47 cm x 61 cm. 1940.-Collection, University of Texas. Como todas las obras de Frida, está cargado de simbolismo. La pintora se representa a sí misma de frente. Su mirada se encuentra entre la angustia y el sufrimiento. Lo que retrata es el fracaso de su experiencia amorosa. Utilizará símbolos naturales y combinará valores cristianos e indígenas. El collar se asemeja a la corona de espinas de Cristo, expresa sufrimiento y humillación. que le ocasionó su divorcio. El mono simboliza el diablo, pero para Frida, el mono doméstico simboliza el amor que no recibió de su marido, así como el hijo que nunca tendría. El colibrí representa la «Suerte en el Amor» dentro de las tradiciones mexicanas. En esta obra cuelga muerto del collar con las alas extendidas. Con esto se puede intuir que la artista deseaba reflejar la agonía que sufría. En una de sus frases manifiesta «Lo único que sé es que pinto porque lo necesito’.

El gato negro simboliza la mala suerte y el mal presagio en la cultura occidental. El animal aparece en su hombro izquierdo al acecho de su presa, mirando amenazadoramente al colibrí que yace en el pecho de Frida.
Utiliza tonos claros y la textura de cada una de las hojas al fondo realza su gran amor por la cultura mexicana.

“Diego y yo”

El cuadro latinoamericano más caro vendido en subasta – 34,8 millones de dólares. Frida Kahlo rompió el récord anterior, que le pertenecía a «Los Rivales», un óleo sobre lienzo de Diego Rivera, vendida en 2019 por 9.76 millones de dólares, también en Sotheby’s.

Se trata del último autorretrato de busto que la artista hizo antes de morir. Su rasgo más característico es que el rostro de Diego Rivera, con tres ojos, aparece pintado sobre la frente de Frida .Sotheby’s también la definió como una de las obras más vulnerables y  conmovedoras de Frida Kahlo. Cuando Picasso expresó su admiración en los ojos de un autorretrato de Frida. Diego llegó a escribir una entusiasta carta de recomendación a un amigo para una exposición de la obra de Frida: «Yo la recomiendo, no como esposo sino, como un entusiasta admirador de su trabajo, ácido y tierno, duro como el hierro y delicado y fino como el ala de una mariposa, adorable como una hermosa sonrisa, profundo y cruel como lo más implacable de la vida«.

«Las dos Fridas»

1931. Óleo. 173 x 173 cm. , obra de gran formato-Museo de Arte Moderno en la Ciudad de México. Es una de las obras más representativas de Frida Kahlo . Para los especialistas, el cuadro refleja la dualidad de su carácter, con sus múltiples facetas: intelectual, política, «hembra apasionada, pero también niña desprotegida y mujer fragmentada».

En 1939, Frida había estado viviendo durante más de seis meses entre Nueva York y París debido a sus exposiciones individuales alcanzando el reconocimiento de los artistas más destacados de la época en Europa. A su regreso a México, la invadió la tristeza por la ruptura de su matrimonio -aunque volverían a casarse un año después- Se representa a Frida vestida de tehuana ,mujer a la que Diego amaba y/o había amado. En la otra se ve a Frida con un antiguo vestido  victoriano, versión europea de Frida que agradaba menos a su marido. Algunos historiadores sugieren que ambas figuras simbolizan esa herencia dual de Frida. Su ascendencia alemana y la mestiza.

Una arteria o vaso sanguíneo conecta a las dos Fridas, desde sus manos pasando por sus corazones a la vista, copiados de libros de anatomía. Se puede apreciar que la arteria de la Frida de la derecha acaba en un pequeño retrato de Diego Rivera mientras que la arteria de la Frida de la izquierda está cortada intencionalmente con unas tijeras quirúrgicas por la misma Frida, salpicando el blanco vestido.

«Viva la vida»

 1954. Óleo sobre masonita. 52 x 72 cm. Museo Frida Kahlo, Coyoacán, México.

El 13 de julio de 1954, siete días después de su 47 cumpleaños, Frida Kahlo murió en la Casa Azul, el mismo lugar donde nació. Este fue su último cuadro, que firmó días antes de morir. Es una celebración de la vida. La sandía, conocida en algunos países como patilla, es una fruta asociada a los esqueletos de los días de muertos. Así, una vez más, vida y muerte danzan en un cuadro de Frida. A pesar de todos los embates que sufrió en vida, Frida se despide diciendo “Viva la vida”.

Encarnó un nuevo estilo de mujer fuerte y autosuficiente. En el México que le había tocado vivir, la pintora expresó en su obra (una vez más vemos la relación personalidad- pintura) su identidad femenina desde su propio punto de vista como mujer, es decir, rechazó la visión que se tenía de la mujer desde el mundo tradicional masculino

En el 2007 se celebraban los 100 años de su muerte. La «Fridomanía», el culto a todo lo que tiene que ver con Frida Kahlo, ha servido no solo para dar a conocer su obra en los museos de medio mundo y abrir espacios al arte mexicano y latinoamericano en otros circuitos, sino también para crear un mito que está a la altura de Picasso, Van Gogh, Dalí y Andy Warhol.

CURIOSIDADES

****Frida estudió medicina, de hecho fue una de las primeras mujeres en estudiar en la Preparatoria Nacional. Aunque el destino tenía otros planes para ella…

****Dicen que uno de los pasajeros del fatídico autobús transportaba unos polvos dorados que, tras el accidente, cubrieron el cuerpo ensangrentado de Frida.

****se sometió a unas 35 operaciones quirúrgicas, tuvo que llevar corsés de yesos, y en general atravesar periodos de mucho dolor físico. Algo muy recurrente en sus cuadros son las mariposas: ella decía sentirse frágil como las alas de este animal.

****Dejo crecer el vello de sus cejas y no se preocupó de que su bigote era bastante marcado, no se depilaba las axilas ni las piernas, e incluso en sus autorretratos lo exageraba, en un acto de rebeldía contra los estereotipos. Además siempre vestía con prendas locales, en especial el traje de Tehuana, una traje regional típico de  Oaxaca, con una sociedad claramente matriarcal.

**** La madre de Frida, al enterarse de que su hija se casaría con Diego (20 años mayor que ella, comunista y no muy agraciado físicamente) dijo que parecían un elefante y una paloma.

****Su talento y obra la convirtieron en la primera artista latinoamericana en estar en el Museo del Louvre. Frida participó en una exposición en París. Su cuadro “El marco” fue la primera obra de un artista mexicano del siglo XX comprada por el Louvre.

****Frida pasó una temporada en Estados Unidos con Diego. Pero no le gustó nada. Lo encontraba frío, gris, capitalista y echaba muchísimo de menos México, sus colores, su alegría, su comida. En Estados Unidos (concretamente en Detroit) tuvo un aborto, que le inspiró para pintar uno de sus cuadros más crudos: «Henry Ford Hospital».

****En 1954 su salud empeoró bruscamente y murió el 13 de julio con solo 47 años. En el mismo año pudo cumplir un sueño: tener una exposición propia en México. Su doctor le había prohibido salir de la cama… así que ella asistió ¡en su cama! Las últimas palabras que se leen en su diario son “espero una salida feliz y espero no volver jamás”.

****Diego murió 2 años después. Su última voluntad era que sus cenizas fuesen colocadas cerca de las de Frida, en la Casa Azul. Sin embargo descansa en la Rotonda de las Personas Ilustres.